¿Qué es el consentimiento en la protección de datos?

El consentimiento es un principio fundamental de la privacidad de los datos que se refiere al permiso explícito dado por una persona para recoger, utilizar o compartir su información personal. Garantiza que las personas tengan control sobre el tratamiento de sus datos y que las empresas sean transparentes sobre sus prácticas en materia de datos.

Según el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que se aplica en la Unión Europea, el consentimiento debe cumplir normas muy específicas. Debe ser:

  • Libremente dado: La persona debe tener la posibilidad real de elegir y controlar si da su consentimiento.

  • Específico: El consentimiento debe aplicarse a una finalidad claramente definida.

  • Informado: El usuario debe recibir información clara y comprensible sobre qué datos se recogen y cómo se utilizarán.

  • Sin ambigüedades: el consentimiento requiere una clara acción afirmativa, como marcar una casilla o hacer clic en "Acepto". Las casillas marcadas previamente o la inactividad no cuentan.

Es importante destacar que, en virtud del GDPR, las personas también tienen derecho a retirar su consentimiento en cualquier momento, y las empresas deben hacer que este proceso sea tan fácil como dar el consentimiento.

En cambio, la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA)-que rige las empresas que operan en California- no define el consentimiento exactamente de la misma manera. Aunque no exige el consentimiento previo para todas las actividades de tratamiento de datos, sí hace hincapié en la transparencia y el control. Las empresas deben notificar a los consumidores qué categorías de información personal recogen y permitirles optar por no vender sus datos personales.

Para determinadas acciones sensibles, como la venta de datos de menores de 16 años, la CCPA sí exige una autorización afirmativa, a menudodenominada consentimiento "opt-in".

En resumen, el consentimiento es un concepto vital para garantizar unas prácticas de datos éticas y legales. Ya sea que operen bajo el GDPR, la CCPA u otras regulaciones de privacidad de datos, los anunciantes y las empresas deben asegurarse de que no solo cumplen con la ley, sino que también respetan la autonomía del usuario. Solicitar y gestionar claramente el consentimiento es clave para generar confianza y mantener la integridad de la marca en un mundo preocupado por la privacidad.